En busca de un poco de aire, y en medio de las fuertes tensiones que vive el oficialismo en Diputados, el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, viajó a Córdoba a un encuentro con militantes que le organizó el jefe del bloque, Gabriel Bornoroni. Dentro de un claro objetivo por parte del cordobés por tratar de mostrar armado propio de cara a las elecciones del año próximo para fiscalizar y para sostener a La Libertad Avanza con candidaturas genuinas.

Alejadas de cualquier tipo de alianza; además de tantear el terreno con una candidatura a la gobernación en 2027 con el respaldo de Karina y los Menem. Sin embargo, las fuertes peleas de las últimas semanas dentro del bloque en la Cámara baja, acentuadas tras la visita a represores en Ezeiza y aún más fuertes después de la pelea de ayer, se convirtieron en uno de los temas de consulta al riojano.

Acerca de la discusión de ayer, Menem dijo que «es una situación como otras», las comparó con las que viven otros bloques y dijo que el oficialismo «las resolverá en su debido momento». Mientras que, también durante la conferencia trató de bajar el tono a la tensión entre el presidente Javier Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel.

«Tienen una relación cordial», dijo y aseguró que la pelea «es instalada por algunos medios».

Sin embargo, en lo que fue luego el encuentro con la militancia, en uno de los salones del hotel que, paradójicamente, se llama Quórum, trató de desairar la figura de la vicepresidenta. Cuando estaba enumerando a los referentes del espacio, y después de nombrar «al presidente Javier Milei, Karina…», una persona entre los primeros lugares del público le gritó «¡Victoria!». Situación que generó algunos silbidos, miradas de reojo desde arriba del escenario y la respuesta del titular de la Cámara baja: «sí, Victoria. Pero me refería a los líderes y pongo en la cabeza a Milei porque es nuestro líder».

En el encuentro con los militantes libertarios y el aparato de Bornoroni para fiscalizar como una fuerza autónoma el año que viene y sin el compromiso de sumar a otros sellos, Menem evitó hablar de las fricciones de la bancada. Aunque dejó algunos mensajes que sonaron a tiros de elevación por lo que fueron las últimas horas en el Congreso.

«Lo que pasa en Diputados es una verdadera batalla», dijo Menem, elogió a Bornoroni y afirmó: «nos vamos a bancar esta etapa y la que viene porque seguimos creyendo en este proyecto».

«Hay dos ‘Argentinas’: la que estamos dejando atrás a pesar de que algunos no nos dejen progresar y la de los que queremos la libertad. Por eso, no debemos bajar los brazos», dijo el presidente de Diputados. Además de enumerar la cantidad de meses de la gestión libertaria y compararla: «casi como un parto».
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UN NIÑO PASEANDO SU PERRO ENCONTRÓ UN ARTEFACTO DE ORO DE DOS MIL AÑOS DE ANTIGUEDAD

En un descubrimiento inesperado, un niño de 12 años del Reino Unido encontró un raro brazalete de oro del siglo I mientras paseaba a su perro junto a su madre en un campo. Este brazalete, proveniente de la antigua Britania romana es un testimonio de la historia militar de Roma.

Rowan Brannan, acompañado por su madre Amanda, caminaba por la localidad costera de Pagham en West Sussex, cuando encontró el brazalete de oro. Inmediatamente, llevaron el objeto a un oficial del Esquema de Hallazgos Portátiles, una iniciativa del Museo Británico que cataloga descubrimientos arqueológicos hechos por el público en el Reino Unido.

La evaluación posterior confirmó que el brazalete databa del siglo I d.C., poco después de la invasión de Britania por el emperador Claudio en el año 43 d.C., según indicaron en un comunicado del distrito de Chichester.

A diferencia de la mayoría de las joyas de la época romana, este brazalete probablemente perteneció a un hombre y no a una mujer. Según los investigadores, se trata de una «armilla», un tipo de brazalete que los soldados romanos recibían como «dona militaria» o recompensas por su valentía durante las conquistas romanas.

Estas recompensas, originalmente en forma de joyería, se transformaron más tarde en pagos monetarios.

El brazalete, que actualmente se encuentra doblado, mide aproximadamente 7.1 centímetros de largo, aunque sería más largo si estuviera extendido. Está hecho de láminas de oro con molduras en relieve, lo que lo convierte en un objeto relativamente raro en la Britania romana.

Este descubrimiento refuerza la evidencia de que en la región hubo soldados romanos, ya sean activos o retirados, durante esa época.

El Esquema de Hallazgos Portátiles declaró el brazalete como «tesoro», dado que está hecho de oro y tiene más de 300 años de antigüedad. Tras su descubrimiento, el brazalete fue adquirido por el Novium Museum, que alberga colecciones del Distrito de Chichester.