El anuncio de la lista digitada desde Buenos Aires hizo explotar el partido en San Luis, controlado hasta ayer por D’Alessandro a través de su hijo Matías. El diputado traicionado rechazó la lista de Karina por ser funcional a Poggi y le sacaron el partido. El cierre de listas de La Libertad Avanza en San Luis terminó en un escándalo total.-

En una maniobra desesperada, Karina Milei tuvo que intervenir el partido en tiempo récord para desplazar al diputado nacional Carlos D’Alessandro que rechazaba la lista armada por la hermana presidencial y amagaba con usar el sello oficial para presentar otra boleta.

Desde la conducción nacional de LLA anunciaron el domingo que la lista en San Luis será encabeza por Mónica Becerra, hasta el año pasado ministra del gobernador Claudio Poggi y que encabezó la lista de legisladores de su partido en 2023.

La designación de Becerra alimentó las sospechas de un pacto de Karina con Poggi, una devolución de gentilezas a los Milei que no lo enfrentaron en la elección provincial.

A través de las redes, D’Alessandro anunció que sacaba el sello de LLA de la alianza con el Partido Demócrata y el Movimiento de Acción Vecinal, y que presentaría una lista propia encabezada por él mismo. Lo insólito es que D’Alessandro tiene todavía dos años de mandato y además es legislador provincial electo.

«El partido atravesó una fuerte presión para aceptar candidatos que no tenían nada que ver con nuestro espacio, que en los hechos responden al gobernador, Claudio Poggi», denunció D’Alessandro.

Pero la jugada duró poco y a última hora del domingo el apoderado nacional de LLA, Santiago Viola, informó a la justicia federal que se intervenía el partido en San Luis y se desplazaba a Matías D’Alessandro. Así las cosas, LLA vuelve a la alianza que había conformado y se confirma la lista encabezada por Becerra.

D’Alessandro calificó la decisión de Karina (que él atribuyó a Lule Menem) como «un atropello» y advirtió: «no aceptamos tutelajes ni negociados. No nos someteremos a pactos espurios con Poggi». La pelea ahora continuará en la justicia, que deberá determinar la legalidad de las medidas partidarias que se tomaron tanto a nivel nacional como provincial.

Cerca de D’Alessandro dicen que el pacto entre Poggi y los Milei está a la vista y ponen como ejemplo el tratamiento que le dio el dispositivo comunicacional del oficialismo puntano a la disputa por la lista libertaria, donde se acusó directamente al diputado de jugar a favor de Alberto Rodríguez Saá.

Lo incomprensible al igual que con el PRO es que LLA utiliza las estructuras de los aliados que como partido no tiene y a cambio les tira una o dos candidaturas de futuro incierto y no seguro. ¿Qué ganan los aliados? Nada, evidentemente hay traidores pagos.- (fuente LPO)