«LA ACUMULACIÓN DE RIQUEZA ES UN VICIO Y NO UNA VIRTUD»
El Santo Padre pidió perdón por “hablar mucho de los pobres y poco de la clase media” y precisó que, “cuando el Papa habla, habla para todos porque la Iglesia es para todos. Pero no puede sustraerse de la centralidad de los pobres en el Evangelio. Y esto no es comunismo, es Evangelio puro”, advirtió.-
El Papa Francisco dirigió un extenso discurso el pasado 20 de septiembre en el Palacio San Calixto de Roma a los participantes en la reunión organizada por Encuentros Populares, un movimiento cuyo objetivo es “el cambio social”. El evento fue promovido también por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral para conmemorar los diez años de la primera reunión con el Pontífice.
Aunque reconoció la contribución de los empresarios al desarrollo, también destacó que la riqueza no se distribuye equitativamente, lo que provoca violencia y desolación.
Expresó su conformidad con que los “billonarios” paguen más impuestos y aseguró que reza “para que los económicamente poderosos salgan del aislamiento, rechacen la falsa seguridad del dinero y se abran para compartir bienes que tienen un destino universal porque todos derivan de la Creación”.
Asimismo, advirtió sobre la corrupción y la avaricia y exhortó a los “ricos” a que compartan “fraternalmente” sus bienes. “Sí veo una cosa que me preocupa: que avanza una forma perversa de ver la realidad, una forma que exalta la acumulación de riquezas como si fuera una virtud. Les digo: no es una virtud, es un vicio. Las riquezas son para compartir, para crear, para fraternizar”, aseveró el Pontífice.
También remarcó que en ocasiones “las grandes fortunas poco tienen que ver con el mérito: son rentas, son herencias, son fruto de la explotación de personas y expoliación de la naturaleza, son producto de la especulación financiera o la evasión impositiva, derivan de la corrupción o del crimen organizado”.
Reiteró que la justicia social está vinculada a la “compasión y al amor” y lamentó la problemática del narcotráfico, haciendo un llamado a enfrentarlo con políticas públicas y trabajo comunitario.
“Con el velo negro del desamor, caemos siempre en alguna forma de ‘darwinismo social’. ¿Y saben lo que es eso? El darwinismo social es la ley del más fuerte, que justifica primero la indiferencia, después la crueldad y, finalmente, el exterminio. Y eso viene siempre del Maligno”, sentenció.
Más tarde, el Pontífice advirtió sobre el peligro de las apuestas online y el mal uso de las redes. Señaló que estas prácticas “destruyen familias enteras” y pidió trabajar para evitar que las redes se usen “para diseminar la ludopatía, la pornografía infantil o facilitar el crimen organizado”.
Por último, señaló el “colonialismo material e ideológico”, que destruye “los recursos naturales” y también “la identidad cultural de los pueblos”. “La acumulación de riqueza se exalta hoy como si fuera una virtud. Pero la riqueza es para compartirla, para fraternizar”, escribió el Santo Padre.