TIENE FECHA DE CANONIZACIÓN DON ARTÉMIDES ZATTI EL PRIMER SANTO RIONEGRINO
Será el 27 de agosto próximo. El enfermero más querido de Viedma y la Patagonia será el primer santo rionegrino y el primer salesiano coadjutor, no sacerdote, en convertirse en santo de la Iglesia Católica. A los 20 años ingresó en el aspirantado salesiano de Bernal. Mientras cuidaba a un joven sacerdote enfermo de tuberculosis, también contrajo la enfermedad y eso le impidió consagrarse como sacerdote de la orden pero su profunda fe lo hizo convertirse en coadjutor.-
En abril de este año, el Papa Francisco autorizó la promulgación del Decreto sobre el milagro atribuido a la intercesión del Beato Artemide Zatti, laico profeso de la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco (12 de octubre de 1880, Boretto, Italia – 15 de marzo de 1951, Viedma, Argentina).
La curación inexplicable que allanó el camino para la canonización de Artemide Zatti tuvo lugar en Filipinas, en agosto de 2016, y concierne a un hombre que había sufrido un accidente cerebrovascular isquémico, acompañado de otras complicaciones.
Entre los motivos especiales por los que la Congregación Salesiana se alegra del anuncio de esta noticia, según la nota de la Ans enviada a la Agencia Fides, está también el hecho de que Artemide Zatti será el primer coadjutor salesiano -consagrado, pero no sacerdote- en ser proclamado santo.
Artemides Zatti nació en Boretto (Reggio Emilia, Italia) el 12 de octubre de 1880. Obligada por la pobreza, la familia Zatti emigró a Argentina a principios de 1897 y se instaló en Bahía Blanca. El joven Artemides comenzó inmediatamente a asistir a la parroquia dirigida por los salesianos.
A los 20 años ingresó en el aspirantado salesiano de Bernal. Mientras cuidaba a un joven sacerdote enfermo de tuberculosis, también contrajo la enfermedad.
Luego fue enviado al hospital misionero de Viedma, dirigido por el padre Evarisio Garrone. Junto a él, Artemide pidió y obtuvo de María Auxiliadora la gracia de la curación, con la promesa, por su parte, de dedicar toda su vida al cuidado de los enfermos. Se recuperó y cumplió su promesa.
En 1908 emitió sus votos perpetuos. Era farmacéutico y enfermero. Se dedicaba de forma incondicionada a sus pacientes. La gente lo buscaba y lo respetaba. Para el personal cualificado del hospital no sólo era un excelente gestor, sino sobre todo un gran cristiano.
En 1950, se cayó de una escalera y tuvo que guardar reposo. Al cabo de unos meses, aparecieron los síntomas del cáncer. Murió el 15 de marzo de 1951. Juan Pablo II lo beatificó el 14 de abril de 2002. El barilochense Gino de Pellegrin fue uno de sus pacientes en Viedma y siempre comentó la bonhomía de ese hombre.-
Para la gente de Fe, este esperado anuncio es una enorme alegría. Para los demás, para quienes reconocemos desde la tradición oral la bonhomía, la solidaridad, la nobleza de Artémides Zatti, El Enfermero de la Patagonia, la noticia de su canonización es en todos los casos un motivo de celebración.
Rescatamos la figura de ese hombre sencillo que montado en su bicicleta, visitaba enfermos y llevaba esperanzas. La rescatamos especialmente ahora, después de una pandemia que nos enfrentó con decisiones personales para cuidarnos y cuidar a los otros, los demás, y hacerlo con alegría.
Es para todos los patagónicos una noticia importante, una esperanza, un ejemplo y es en ese sentido que la celebramos.