EXITOSA PRIMERA SUBASTA PERFORMÁTICA DEL CLUB DEL COLECCIONISMO AFECTIVO

El Club del Coleccionismo Afectivo tuvo un debut inolvidable con dos jornadas dedicadas al encuentro, la circulación de obra y la construcción colectiva en la escena artística barilochense. El proyecto, creado por Bar Visconti y Pilu Danegger (Hervidero), avanza con fuerza y ya reúne a más de 40 socios.
El viernes 21 se realizó una merienda de bienvenida donde se entregaron los carnets, se presentó el manifiesto del Club y comenzó el mapeo de colecciones locales particulares junto a la Red Cuero, con el objetivo de comprender el entramado del coleccionismo afectivo y la circulación del arte en la región. Acompañó ambas jornadas Irina Svoboda, especialista en este tipo de relevamiento y referente del archivo Tuna.
“Este trabajo nos permite profesionalizar nuestras prácticas y comprender dónde estamos parados como región. La escena patagónica es muy rica y este Club muestra cómo esa comunidad se expande y se fortalece”, señaló.
La energía se multiplicó el sábado 22 en el SCUM, durante la primera Subasta Performática del Club. El encuentro contó con música de DJ Cata Lauro, la presencia de Des.Dobladas y la presentación de 18 obras, de las cuales se concretaron 12 ventas, superando todas las expectativas. Nuevos socios y socias se sumaron durante la actividad, fortaleciendo el fondo común destinado al apoyo directo de artistas.
“Lo que sucedió hoy es comunidad de comunidades. Ese compost afectivo entre artistas, gestores y público es lo que hace potente a esta escena”, expresó Svoboda. Las organizadoras celebraron la respuesta del público y destacaron: “Esto va a ser una bola de nieve: a medida que la experiencia circule, la comunidad seguirá creciendo”.
La importancia del mapeo de datos volvió a subrayarse como herramienta clave para comprender perfiles de coleccionistas, formación de públicos y circulación de obra en la Patagonia. “Cada evento suma capas de sentido y evita la lógica de volver a empezar, cuando la región tiene una historia riquísima”, agregó Svoboda.
El fin de semana dejó una declaración de comunidad: un gesto colectivo que reafirmó la potencia cultural de Bariloche y marcó el inicio de un proyecto que promete expandir nuevas formas de coleccionismo, circulación y encuentro. La Próxima actividad prevista es el viernes 28 de noviembre, a las 18 hs. en la Sala Frey (Centro Cívico)
¿Qué es el Club del Coleccionismo Afectivo?
Surge como iniciativa de las artistas y gestoras culturales Bar Visconti y Pilu Danegger – co-directoras de Hervidero, Galería de Arte Contemporáneo de Bariloche – con el objetivo de visibilizar y fortalecer una práctica ya arraigada en la ciudad: la adquisición de obras de arte como un acto que va más allá de la mera compra, profundizando la empatía simbólica y afectiva, y promoviendo la circulación económica para remunerar directamente a los y las artistas.
Bajo esta premisa, el club desafía la imagen tradicional del coleccionista, proponiendo que cualquier persona que valore una obra y elija vivir con ella puede ser un «coleccionista afectivo».
El mecanismo de sustento del Club es tan innovador como solidario. Por una suscripción mensual de $ 14.000, las y los socios contribuyen a un fondo común donde el 60% se destina a un «pocito» de apoyo para artistas. Este fondo se sortea entre quienes adhirieron a la membresía antes de cada subasta (la primera fue el 22/11 y se realizarán cada cuatro meses), y el o la ganadora deberá utilizar ese dinero para comprar obra exclusivamente en ese evento, garantizando así una circulación directa de recursos hacia los y las creadoras, y la adquisición de nuevas obras para quien gusta hacerlo. Es una manera de circulación de dinero de manera muy directa y que fortalece una red de trabajo del arte de manera virtuosa.
El Club del Coleccionismo Afectivo se presenta como una herramienta autogestiva para sostener el ecosistema artístico local, con precios que buscan ser accesibles y desmitificar la compra de arte.









