DESCUBREN EN EGIPTO UN RARO PANEL RUPESTRE DE HACE SEIS MIL AÑOS

Podría representar a un miembro de la élite de la Primera Dinastía de la que se conoce casi nada. El hallazgo, realizado cerca de Asuán, arroja luz sobre los procesos de formación del Estado egipcio y cómo las primeras élites utilizaron el arte para consolidar su poder.
Cerca de Asuán el Nilo serpentea entre formaciones rocosas milenarias en las que un equipo de investigadores ha descubierto un excepcional panel de arte rupestre que podría representar a un miembro de la élite gobernante durante los albores del Estado egipcio, en un período clave que sentó las bases de lo que más tarde sería una de las civilizaciones más influyentes de la historia.
El panel, meticulosamente grabado en la roca, muestra una embarcación ornamentada siendo arrastrada por cinco figuras humanas mientras una sexta figura, de pie, impulsa la nave con un remo. Pero lo que ha llamado especialmente la atención de los expertos es la presencia de un personaje sentado sobre una estructura que los investigadores interpretan como un palanquín, un símbolo de estatus reservado para individuos de alto rango.
La figura está representada con un mentón alargado que evoca las falsas barbas usadas por los reyes egipcios desde la Primera Dinastía, señal de que este grabado podría ser una de las primeras representaciones de un gobernante o noble en el contexto de la unificación política del valle del Nilo.
El final del IV milenio a.C. fue una época de transformación radical en Egipto marcada por la unificación de las comunidades dispersas a lo largo del Nilo bajo un mismo poder centralizado, un proceso que culminó con el reinado de Narmer, considerado por muchos egiptólogos como el primer faraón hacia el año 3100 a.C. No obstante, los mecanismos que llevaron a la formación del Estado egipcio siguen siendo, en gran medida, un enigma.
La formación del Estado en el antiguo Egipto y los procesos que la hicieron posible siguen siendo difíciles de conceptualizar, explica el Dr. Dorian Vanhulle, autor principal del estudio e investigador del Musée du Malgré-Tout. El arte rupestre del Bajo Valle del Nilo tiene el potencial de ayudarnos a identificar y analizar las primeras formas de poder político en esta región, así como la manera en que el paisaje fue utilizado para expresar y consolidar la autoridad. Sin embargo, los ejemplos relevantes son escasos.
Por ello el descubrimiento de este panel tiene una relevancia excepcional ya que está en un notable estado de conservación y su iconografía parece reflejar un mensaje de poder y jerarquía en un momento en que las estructuras políticas egipcias comenzaban a tomar forma.
Uno de los aspectos más destacados del grabado es la presencia de la embarcación, que es un motivo recurrente en el arte predinástico y protodinástico (aproximadamente entre el 4500 y el 3085 a.C.). Los barcos son uno de los motivos más repetidos en la iconografía egipcia, señala Vanhulle. En los períodos que precedieron al Egipto faraónico, la embarcación no era solo un medio de transporte, sino un elemento cargado de significados ideológicos y simbólicos complejos.
Para determinar la antigüedad del panel el investigador comparó el estilo del grabado con otras representaciones de barcos encontradas en cerámicas, paletas ceremoniales y otros soportes artísticos de la época. Los resultados, publicados en la revista Antiquity, revelan que el panel fue creado durante la transición entre el período Protodinástico y el Dinástico Temprano, es decir, en el momento mismo en que el Estado egipcio comenzaba a consolidarse, siglos antes de la construcción de las pirámides.
El estilo del grabado guarda notables similitudes con la iconografía oficial producida al final del Protodinástico, incluyendo el reinado de Narmer. La figura sentada, con su mentón prominente, evoca las representaciones posteriores de los faraones, lo que refuerza la hipótesis de que se trata de un individuo perteneciente a la élite gobernante.
La calidad del grabado no parece ser obra de un artista ocasional sino que debió ser encargado por una autoridad política emergente, como una herramienta clave para transmitir mensajes de poder en un paisaje que empezaba a ser dominado por estructuras jerárquicas.
Este panel es una adición importante al corpus existente de grabados que pueden ayudarnos a comprender mejor el papel del arte rupestre en los eventos cruciales que llevaron a la formación del Estado egipcio, afirma Vanhulle. Estas composiciones se convirtieron en un instrumento de las autoridades para comunicarse, marcar el territorio y afirmar su dominio.
El hallazgo aporta nuevos datos sobre los orígenes del Estado faraónico y subraya la urgencia de documentar y preservar estos testimonios históricos. El paisaje del valle y sus márgenes desérticos está siendo alterado de forma irreversible debido, entre otras amenazas, a la minería y las actividades de cantería, advierte el investigador. La necesidad de llevar a cabo misiones de rescate, como la que permitió el descubrimiento de este panel, no puede subestimarse.









