Investigadores acceden al contenido de un sarcófago romano sellado por 2000 años, en la Tumba del Cerbero en Nápoles
Prosiguen las investigaciones dentro de la Tumba del Cerbero descubierta en octubre de 2023 en Giugliano, también de cara a la reanudación de las excavaciones en la necrópolis circundante y a las actividades de restauración de los frescos, financiadas por el Ministerio de Cultura.
Gracias a una intervención específica, a raíz de una inspección con microcámara, fue posible abrir un hueco dentro del sarcófago, que había estado sellado durante más de 2000 años, y acceder a su interior.
Las actividades de excavación, coordinadas por la funcionaria arqueóloga, la Dra. Simona Formola, han llevado al descubrimiento excepcional de una deposición en excelente estado de conservación de un inhumado en posición supina, cubierto por un sudario, probablemente mineralizado gracias a las particulares condiciones climáticas de la cámara funeraria, rodeado de elementos de ajuar, entre los que se destacan varios ungüentarios y estrígilos.
El especial cuidado dedicado al inhumado y la cronología de los objetos encontrados permiten suponer que podría tratarse del antepasado de la familia para la que se construyó el mausoleo.
La Tumba del Cerbero sigue proporcionando valiosa información sobre el territorio flegreo cerca de Liternum, ampliando el conocimiento del pasado, y ofreciendo oportunidades para investigaciones incluso de carácter multidisciplinario, declaró el Superintendente Mariano Nuzzo.
En los últimos meses, de hecho, los análisis de laboratorio realizados en las muestras tomadas en correspondencia con los inhumados y las camas deposicionales, han devuelto una notable cantidad de datos sobre el tratamiento del cuerpo de los difuntos y el ritual funerario llevado a cabo, enriqueciendo notablemente el panorama de nuestros conocimientos. Un trabajo en equipo guiado por la Superintendencia, que ha involucrado a arqueólogos, técnicos, antropólogos, paleobotánicos, químicos, unidos en el objetivo común de interpretar los datos recogidos y desvelar el sitio en el tiempo.
Se han puesto en marcha procedimientos complejos, por ejemplo, para los análisis de los tejidos por la Prof. Margarita Gleba del laboratorio de la Universidad de Padua, para determinar la estructura del hilado, el tipo y la calidad de los tejidos, con el fin de obtener información también de carácter cultural y sociológico; observaciones al microscopio han sido realizadas por la Prof. María Rosaria Barone Lumaga, investigadora del Departamento de Biología Vegetal de la Universidad de Nápoles Federico II – Real Orto Botánico de Nápoles, sobre sustancias orgánicas presentes en algunos recipientes.
Análisis de polen realizados por la arqueobotánica Monica Stanzione en colaboración con el Dr. Marco Marchesini y la Dra. Silvia Marvelli del CAA (Centro Agricultura Ambiente “Giorgio Nicoli”) sugieren que el cuerpo de los inhumados podría haber sido tratado con cremas a base de quenopodio y ajenjo para una mejor conservación; los análisis de ADN de los individuos aún están en curso gracias a la bioantropóloga Barbara Albanese en colaboración con el Dr. Pontus Skoglund, el Dr. Thomas Booth y la Dra. Sarah Johnston del Laboratorio de Genómica Antigua de Skoglund en el Instituto Francis Crick.
La continuación de las investigaciones arqueológicas y las actividades de muestreo y análisis en laboratorio en los próximos meses permitirá sin duda recoger más datos interesantes no solo del hipogeo, sino también de la necrópolis circundante, útiles para reconstruir el panorama histórico y social de una comunidad antigua que todavía tiene mucho que contar.