EL GOBIERNO PUBLICÓ EL DECRETO Y DEJÓ AFUERA A UNOS SIETE MIL EMPLEADOS PÚBLICOS
El Gobierno oficializó el decreto con el que empezará achicar del número de empleados públicos. La decisión implica no renovar los contratos que fueron firmados por primera vez a partir del 1° de enero de 2023 y que vencen este 31 de diciembre.
Se trata de una medida que había sido adelantada por el ministro de Hacienda, Luis Caputo e impacta sobre la administración central del Ejecutivo y en los organismos descentralizados del Estado, además de las empresas públicas y las sociedades anónimas de mayoría estatal, como YPF.
En tanto, se avanzará también en la revisión de los empleados que entraron a la función pública antes del 1° de enero de 2023. Sus contratos podrán ser renovados solo por 90 días y ser nuevamente contratados solo con la fundamentación de la continuidad de los mismos.
La idea es definir cuáles puestos de trabajo se mantendrán y cuáles no, dando lugar a una eventual nueva etapa de recortes. Los sindicatos ya están en pie de alerta y tienen medidas previstas para los próximos días.
La medida impacta sobre unos 7.000 empleados que quedarán automáticamente cesanteados, y varias decenas de miles que estarán bajo observación, no solo de la administración central sino de organismos descentralizados y de empresas públicas.
Sin embargo, el decreto establece algunas excepciones y seguirán en funciones más allá de su fecha de ingreso. Uno, el de los «cupos regulados por ley u otro tipo de protecciones especiales», como el de personas trans o con discapacidad. Ambos se respetarán y no serán alcanzados por el recorte.
También queda exento el personal que «haya estado prestando tareas con fecha previa al 1° de enero de 2023 y haya cambiado su modalidad de contratación». Por último en casos donde el personal sea considerado indispensable para la operación de una jurisdicción. (LPO)