RAÚL ALFONSÍN: HOMENAJE A LOS 14 AÑOS DE SU FALLECIMIENTO, SE RECUERDA AL PADRE DE LA DEMOCRACIA, EN SU MEMORIA
Este viernes 31 de marzo desde las 11:30 en el Cementerio de la Recoleta, Junín 1760, CABA, se realizará un homenaje a la memoria de Raúl Alfonsín. A 40 años de la recuperación de la democracia, recordar y honrar el legado de quien fue un actor fundamental para los argentinos es significativo.
Es importante sobre todo para los jóvenes que no lo conocieron ni vivieron la historia más dura de este país, que podamos forjar este nuevo tiempo con verdad, justicia y pleno funcionamiento de las instituciones democráticas.
Fue un abogado, político, estadista y promotor de los derechos humanos argentino. Fue concejal, diputado provincial, diputado nacional, senador nacional y presidente de la Nación Argentina entre 1983 y 1989. Se destacó como dirigente de la Unión Cívica Radical y de la Unión Cívica Radical del Pueblo. También se desempeñó como vicepresidente de la Internacional Socialista. Muchos sectores lo reconocen como «el padre de la democracia moderna en Argentina».
En 1983, tras las elecciones presidenciales, asumió el cargo de presidente de la Nación, con el cual finalizó la dictadura cívico-militar autodenominada Proceso de Reorganización Nacional. Fue también el fin de los golpes de Estado en Argentina exitosos, ya que no hubo nuevas interrupciones al orden constitucional desde entonces, aunque hubo que esperar hasta 1990 para que terminaran los levantamientos militares.
La gestión de Alfonsín es conocida principalmente por la realización del Juicio a las Juntas, así como también por el Tratado de paz y amistad entre Argentina y Chile y los acuerdos con Brasil que llevaron a la formación del Mercosur.
En 1985 recibió el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional «en consideración a las dificultades de la transición política, al hacerse cargo del gobierno de la República Argentina tras una guerra de dramáticas consecuencias».
Alfonsín inició su gobierno con la consigna «con la democracia se come, se cura y se educa».8 Su política económica estuvo marcada por una deuda externa muy alta que entró en default en 1988, una alta inflación que pasó a hiperinflación el 14 de mayo de 19899 y una economía estancada que se redujo de un PBI de 103.000 millones de dólares en 1983, a 76.000 millones de dólares en 1989.
El proyecto de Reorganización Sindical Nacional que intentó para modernizar la argentina, obtuvo media sanción en Diputados en la noche del 10 al 11 de febrero de 1984, pero el 14 de marzo del mismo año fue tratado en el recinto del Senado y rechazado por un solo voto, resultando definitorio el voto negativo de Elías Sapag, del Movimiento Popular Neuquino.
Fue el principio del fin de su gestión, desde ese momento, el gobierno de Alfonsín vivió un fuerte conflicto con los sindicatos –incluidos 13 paros generales y más de 4.000 huelgas sectoriales- hasta 1988, cuando el gobierno Alfonsinista aceptó dialogar con el sindicalismo.
Entregó el mando al justicialista Carlos Menem en 1989 en forma anticipada, en medio de un proceso hiperinflacionario.
Tras dejar la presidencia realizó el Pacto de Olivos con Menem, que permitió la realización de la reforma constitucional argentina de 1994. Falleció el 31 de marzo de 2009 debido a un cáncer de pulmón. Se decretaron tres días de duelo nacional y miles de personas concurrieron a la ceremonia de entierro, que mantuvo su féretro en el Congreso y luego lo trasladó al Cementerio de la Recoleta. Hoy se le reconoce la paternidad de la democracia por todos los sectores políticos de la nación.