¿REFUGIOS DE MONTAÑA A LA BUENA DE DIOS, SIN SUPERVICIÓN ALGUNA?
Ante las palabras del Sr Martín Enevoldsen, presidente del Club Andino Bariloche y del Sr. Horacio Paradela, Intendente del Parque Nacional Nahuel Huapi y la postura de las instituciones que representan frente a lo acontecido en inmediaciones del Refugio Frey en donde falleciera el joven refugiero Manuel Benitez me gustaría compartir una situación vivida este verano, en donde se muestra la desidia y complicidad de ambas instituciones en relación a los refugios de montaña propiedad del Club Andino Bariloche en jurisdicción del Parque Nacional Nahuel Huapi.
Hace ya varias semanas viví, sin lugar a dudas, el momento más desagradable que me ha tocado vivir en las montañas de Bariloche: el concesionario del refugio Otto Meiling amenazando de muerte a una persona: Una situación poco digna de ver y escuchar.
Ninguno de los presentes se animó a pedirle a esa persona que cesara con los insultos y amenazas, que esa no era la forma de hablar. Todos, incluso los trabajadores presentes, sentimos incomodidad y miedo, y nadie se animó a intervenir frente a esta persona de cuerpo amenazante.
Ese día lo transité con un nudo en la garganta. Quería saber que pasaba, donde estaba el espíritu de camaradería que muchas veces atribuimos a las personas en la montaña. A partir de ahí comencé a observar con otros ojos.
Cené, y como pude dormí. Me levanté, desayuné y bajé a Bariloche, conversando con las personas que habíamos visto la misma situación.
Al llegar abajo me sentí muy mal, algo que había comido me cayó mal. Estuve casi tres días descompuesta producto de una intoxicación alimentaria.
Pasaron los días y la sensación de incomodidad no se me pasaba, por lo que decidí llamar por teléfono a un amigo Guía de Montaña para conversar con el, saber la verdad de lo había en aquellos gritos es más triste que presenciarlos.
Intenté comunicarme con la persona que recibió esas amenazas pero ya no está en Bariloche, entonces llamé a otros amigos Guías de Montaña para conversar sobre lo que nadie se anima a decir o denunciar, y claro, se porque.
Me intoxiqué por comer comida en mal estado en el refugio Otto Meiling. La carne que comí no habían respetado la cadena de frío necesaria para mantener la carne en buen estado. En el refugio no tienen heladera, ninguna habilitación para manipular alimentos y personas sin formación para los cuidados de higiene que hay que tener al manipular alimentos.
Pero esa es la punta del ovillo. El refugio Otto Meiling funciona igual que la mafia, con aprietes y amenazas. Con cómplices y beneficiarios.
Ahora sé que la persona amenazada había intentado denunciar en el Club Andino Bariloche algunas de las irregularidades ambientales del refugio. Según me contaron, el club no aceptó la denuncia porque la persona no es socia del CAB.
Y en la intendencia del Parque Nacional Nahuel Huapi le dijeron que ese tipo de denuncias debe hacerlas en el Club Andino Bariloche.
Claro, en el Club Andino Bariloche no le tomaron la denuncia pero si le enviaron una copia al Sr Nicolás Bettinelli, concesionario para los próximos 30 años del refugio.
Y ahí supe, que hay Guías de Montaña que tienen prohibida la entrada al Refugio Otto Meiling, como es el caso de los Guías Nicolás Benedetti, Diego Simari y Ariel Cachazo.
Pero que también hay Guías sin la habilitación correspondiente para guiar a la cumbre del Cerro Tronador que forman parte del staff de Guías del Refugio Meiling.
Volví a subir al Cerro Tronador, no podía creer lo que escuchaba, lo quería ver. Y lo ví….
Todos, absolutamente todos los desechos de los baños y de la cocina del Refugio Otto Meiling van sin ningún tratamiento al glaciar Alerce. ¡¡¡Más de mil quinientas veces por mes!!!
Esos baños que dan vergüenza de usar tienen un caño derecho al glaciar Alerce. Y lo peor. Ninguno de los trabajadores del refugio usan esos baños. Tienen su propio baño en el glaciar, una zona que ellos denominan “el rafting”.
En la reciente ampliación del refugio en donde se duplicó el número de camas, ¿no se pensó en los desechos de esa gente?
También observé, que al igual que las dieciséis personas que abonaron junto a mi, todos lo hicieron en efectivo y sin ningún comprobante de pago. Como que la buena onda de la montaña exime a alguien de pagar sus impuestos. Entre esas dieciséis personas, en un día pagamos más de ciento cincuenta mil pesos. Hace la cuenta por tu propia cuenta cuanto da por temporada.
Pero ¿cómo sucede todo esto?
Los refugios dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi son propiedad del Club Andino Bariloche y un negocio millonario. El CAB los concesiona a personas cercanas a quien integre la comisión directiva del club. ¿Te suena ese sistema de concesiones?
Esos refugios al estar dentro del Parque Nacional no deben cumplir con ninguna de las habilitaciones ni obligaciones comerciales que se les exige a los comerciantes de Bariloche ya que los mismos no se encuentran dentro del egido municipal de San Carlos de Bariloche. Es por eso que nadie controla que vende carne que está guardada en vaya a saber donde, que no tienen salida de emergencia, etc, etc, etc.
Cuando me acerqué a interiorizarme del tema en la intendencia del Parque Nacional Nahuel Huapi, en calle San Martín, desde el Área de Uso Público, la persona que me atendió confirmó lo que me habían dicho: “No nos corresponde a nosotros controlar esos temas, lo impositivo le corresponde a AFIP y lo demás al Club Andino Bariloche”.
La Asociación Argentina de Guías de Montaña conoce muy bien esta situación, pero mantenerse al margen es la mejor forma de no entrar en conflicto, cada uno cuida sus intereses. Desde la Delegación Bariloche de esta Asociación intentaron expresar su disconformidad al cobro ilegal de acampe. Si, los refugios de Bariloche no tienen autorización legal para explotar las zonas de acampe. Te cobran por el uso del baño, que va a un glaciar!!!!
¿Y el resto de los refugios es igual? Lamentablemente si. Entonces me pregunto: ¿Y si todos los usuarios demandamos al Club Andino Bariloche para que nos devuelva el dinero por cobros ilegales y por el daño ambiental ocasionado en sus refugios? (Mariana Roel)