UCRANIA: KIEV Y LOS SEPARATISTAS SE ACUSAN DE ATAQUES EN DONETSK Y LUGANSK
El Gobierno ucranio y los separatistas prorrusos respaldados por Moscú intercambiaron este jueves acusaciones de ataques a lo largo de la línea del frente en el Donbás, en jornadas clave en la crisis en torno a Ucrania. Proyectiles de artillería alcanzaron ayer por la mañana una guardería en la ciudad de Stanytsia Luganska, en la parte de la región de Lugansk controlada por el Gobierno de Kiev.
Hirieron a tres civiles, según el Ejército ucranio, que reportó otros 47 ataques en una veintena de puntos lo largo de la zona de conflicto y en los que dos personas más sufrieron lesiones. A su vez, líderes de las regiones secesionistas de Donetsk y Lugansk denunciaron ataques de las fuerzas ucranias.
El Kremlin —que insiste en que el conflicto es una “guerra civil” pese a las evidencias de apoyo político y militar a los separatistas— culpó al Ejecutivo ucranio de la escalada. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se mostró preocupado por el recrudecimiento de la tensión, al igual que el presidente estadounidense, Joe Biden.
Ambos alertaron de que Rusia podría estar intentando lo que se conoce como una operación de falsa bandera, es decir, un ataque orquestado por el Kremlin para usarlo como excusa para una incursión militar en Donetsk y Lugansk.
Los ataques no son algo inhabitual en una guerra que va a cumplir ocho años y que ha dejado ya unos 14.000 muertos, según estimaciones de la ONU. Los sucesivos acuerdos de alto el fuego se rompen constantemente, según los informes de la misión de observación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en la zona, que informó de “múltiples incidentes de bombardeos” este jueves por la mañana en el Donbás.
Sin embargo, este aumento de las escaramuzas añade más tensión a un conflicto que, desde que cesaron los combates encarnizados que dejaron una línea en el frente que apenas ha variado, lleva mucho tiempo cociéndose a fuego lento y en el que una pequeña espita puede derivar en un recrudecimiento de los enfrentamientos y de nuevo en guerra caliente. Este miércoles era el día al que la inteligencia occidental apuntaba como la posible fecha para una invasión rusa. (El Pais)