Un científico del CONICET reveló cómo eran los dinosaurios carnívoros de Europa antes de su extinción

Un estudio internacional aporta nueva evidencia sobre los depredadores que vivieron en Cataluña, España, en los últimos momentos del Cretácico, hace aproximadamente 66 millones de años, a partir del análisis detallado de dientes fósiles.
Los últimos dinosaurios carnívoros que habitaron Europa antes de su extinción cobran nueva vida a partir del estudio de un conjunto de dientes fósiles hallados en la localidad de Isona y Conca Dellá, al norte de Cataluña, España. La investigación -en la que participaron especialistas de España, Reino Unido y Argentina- analiza la forma y las características microscópicas de estas piezas dentales para determinar a qué grupos de terópodos no avianos pertenecieron y qué hábitos alimenticios tenían.
Este enfoque permite responder preguntas clave sobre la diversidad y la ecología de los dinosaurios que vivieron en los momentos finales del Cretácico, hace aproximadamente 66 millones de años, un período del que existen pocos registros fósiles a nivel global y que resulta fundamental para comprender cómo eran los ecosistemas terrestres antes del impacto que marcó el final de la era de los dinosaurios.
El artículo, publicado en la revista Cretaceous Research, apunta a estudiar la morfología de un conjunto de dientes de dinosaurios terópodos no avianos y sus implicancias paleoecológicas. «Específicamente queríamos saber a qué grupo de dinosaurios pertenecían estos restos fósiles y qué tipo de alimentación podrían haber tenido. A veces, hay aspectos que requieren varios análisis e investigaciones para poner a prueba y comprobarlo, esto ocurre también cuando se estudian los organismos extintos.
En nuestro caso queríamos entender si la forma y algunas características de los dientes que habíamos hallado estaban de alguna manera relacionadas con el hábito alimenticio», comenta Mattia Antonio Baiano, científico del CONICET en el Museo Paleontológico Municipal «Ernesto Bachmann», Villa El Chocón, Neuquén.
Los fósiles analizados revelan la presencia de al menos tres grupos diferentes de dinosaurios carnívoros en la región: velociraptorinos, dromeosaurinos y troodóntidos. Los velociraptorinos son un grupo muy diverso, generalmente de pequeño tamaño, aunque con algunas especies de mayores dimensiones, eso sí, muy lejos de los gigantes imaginados por Steven Spielberg en Jurassic Park.
Las características de los dientes identificados en el yacimiento catalán de velociraptorinos y dromeosaurinos indican una dieta carnívora basada en un mecanismo de alimentación conocido como “pinchar y tirar”, que consistía en morder clavando los dientes, seguido de un movimiento de retirada hacia atrás para arrancar trozos de carne.
En cuanto a los troodóntidos, representados en Cataluña por Tamarro insperatus (descrito en 2021 en Sant Romà d’Abella), muestran en cambio características dentales asociadas a una dieta omnívora con una alta proporción de plantas, un contraste notable respecto de los hábitos estrictamente carnívoros del resto de los terópodos.
Además, se ha identificado un cuarto tipo de carnívoro que corresponde a los microraptorinos, la forma más pequeña hallada en el yacimiento y que podría pertenecer a un linaje que se creía extinguido durante el Maastrichtiano y cuya distribución estaba prácticamente restringida al Cretácico inferior en la actual China.
La importancia del estudio de los dinosaurios que vivieron en Europa justo antes de su extinción
Baiano señala: “La importancia de este estudio radica en contar con nuevos datos paleontológicos de un momento muy preciso: el final de la era Mesozoica. En general, las faunas de dinosaurios que alcanzan el límite Cretácico–Paleógeno, hace unos 65 millones de años, cuando la caída de un meteorito extinguió más del 70% de las especies, están poco representadas en el registro fósil.
En este sentido, existen muy pocos estratos geológicos del Maastrichtiano, el último piso del Mesozoico con restos de dinosaurios, a escala global. De hecho, países como Argentina, Estados Unidos, Mongolia y algunos europeos, como España y Rumania, se destacan por conservar fósiles de este momento crucial en la historia de la Tierra”.
Obtener nueva información sobre animales como los dinosaurios, que casi desaparecen por completo, permite ajustar el conocimiento sobre las dinámicas ecológicas y evolutivas relacionadas con los organismos extintos. Además, brinda las herramientas para entender fenómenos biológicos que están transcurriendo hoy en día y enfrentar algunas problemáticas que afectan a los organismos actuales.
La reconstrucción de lo sucedido hace 65 millones de años depende de los datos geológicos y paleontológicos recolectados en distintos puntos del planeta, por lo que cada nuevo hallazgo resulta fundamental.
Fauna de pequeños terópodos de Europa: diferencias con Argentina
El paleontólogo comenta que la fauna terrestre del Cretácico terminal de Europa es conocida principalmente a partir de hallazgos en España, Francia y Rumania. En líneas generales, existen grupos de dinosaurios terópodos presentes tanto en Argentina como en Europa, los abelisáuridos y dromeosáuridos, lo que permite especular que ambas regiones estuvieron conectadas de algún modo durante el Maastrichtiano, posiblemente a través de África.
No obstante, se observan dos diferencias faunísticas importantes: por un lado, en Argentina está representado un grupo de terópodos que aún no se ha registrado en Europa, los megaraptoridos; por otro, los dromeosáuridos argentinos presentan un porte corporal mayor que los hallados en territorio europeo.
¿Qué son los terópodos no avianos?
La mayoría del público no especializado suele creer que los dinosaurios se extinguieron por completo y que no existen representantes actuales de este grupo. Pero la realidad es distinta: un linaje de dinosaurios sobrevivió al impacto del meteorito y continúa viviendo entre nosotros. «Son las aves, hoy consideradas uno de los grupos de organismos más exitosos del planeta.
Cada vez que vemos una gallina, una paloma o un ñandú, estamos frente a auténticos dinosaurios con plumas. Durante el Mesozoico, sin embargo, también existieron otros dinosaurios carnívoros emparentados con las aves actuales que no lograron superar la extinción.
Entre ellos se encuentran Carnotaurus, Meraxes, Giganotosaurus y muchos más. A este conjunto se lo denomina “dinosaurios terópodos no avianos”, es decir, aquellos terópodos que no forman parte del linaje de las aves», concluye Baiano. (CONICET)









