PALEONTÓLOGOS DEL CONICET RECIBEN SUBSDIOS INTERNACIONALES PARA INVESTIGACIÓN

Los científicos Geraldine Fischer, Arturo Heredia y Guillermo Windholz obtuvieron prestigiosas becas de estudio otorgadas por instituciones de Estados Unidos y Suiza. Paleontólogos del CONICET con lugar de trabajo en el Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN) obtuvieron subsidios internacionales para investigación. Se trata de Geraldine Fischer, quien consiguió la Jurassic Foundation Grant de Estados Unidos; Arturo Heredia la Fossil Studies Palaeontology Research Grant de Suiza; y Guillermo Windholz, logró dos subvenciones de investigación, que son la Jurassic Foundation Grant y la Paleontological Society Sepkoski Grant, ambas procedentes de Estados Unidos.
«Ser seleccionada entre tantos proyectos destacados, presentados por colegas y profesionales altamente calificados de distintas partes del mundo fue una enorme alegría y un reconocimiento muy importante para mí. Más allá del apoyo concreto que esta beca representa para avanzar en mi investigación, también la considero una oportunidad valiosa para visibilizar la riqueza del patrimonio natural, y fósil, de Argentina», indica Fischer.
«Fue una gran sorpresa haber sido seleccionado, sobre todo porque solo se otorgaba una única beca», comenta Heredia, mientras que Guillermo Windholz explica que: «Para mi significó mucho, ya que es la primera vez que obtengo una subvención internacional para realizar paleontología, especialmente considerando que había aplicado en otros años a estos grants sin éxito».
Temas de estudio
Mi interés se centra en los vertebrados fósiles, especialmente los dinosaurios y su paleoecología. En mi doctorado estudio restos esqueléticos, huellas y otras trazas fósiles asociadas a los saurópodos titanosaurios del Área Natural Protegida Paso Córdoba, ubicada a 15 kilómetros de la ciudad de General Roca, provincia de Río Negro, con un enfoque paleobiológico y paleoecológico. Para comprender cómo vivían estos animales y cómo interactuaban con su entorno, integro distintas líneas de estudio y técnicas en las que me estoy formando, como la icnología, la tafonomía, la mineralogía, petrología y sedimentología, entre otras. Considero que la combinación de estos enfoques permite construir una visión más integral y profunda sobre los titanosaurios, por ejemplo, en relación con su locomoción, hábitos, comportamiento y cómo el ecosistema condicionaba su vida y, a la vez, cómo estos gigantes influían en el paisaje y en los procesos ecológicos de su entorno», comenta Fischer.
Por el lado de Heredia, su tema de investigación es la icnología de tetrápodos del periodo Cretácico de Patagonia. Estudia principalmente huellas fósiles de dinosaurios y pterosaurios. A partir de la investigación de estas huellas se puede conocer mucho acerca de la paleoecología y paleobiología de sus productores, es decir, cómo era el ambiente en el que vivían, qué tipo de animal dejó las huellas, cómo era la asociación de animales que habitaban en el mismo sitio, cómo era su tipo de marcha, cómo era su comportamiento, si tenían un hábito gregario, entre otros factores.
Mientras que Windholz su tema de doctorado fue la osteología, diversidad y evolución de los dinosaurios Dicraeosauridae de la Patagonia, motivo de varias de sus investigaciones. «Luego de terminar mi doctorado he publicado algunas investigaciones vinculadas con la paleohistología, que se centra en el estudio de secciones delgadas de huesos a través de un microscopio, y la evolución de la neumaticidad en dinosaurios, que su estudio se lleva a cabo mediante la examinación de estructuras internas a partir de imágenes de tomografías computadas de ejemplares fósiles».
Proyectos a futuro a través de los subsidios obtenidos
El proyecto de la paleontóloga se desarrollará principalmente en el Área Natural Protegida Paso Córdoba. Durante este año, tiene previstas varias salidas de campo, en las que viene recolectando información clave para avanzar con su tesis doctoral. El objetivo principal de su estudio es investigar la diversidad, la paleobiología y la paleoecología de los saurópodos titanosaurios del Cretácico Superior en esta parte de Norpatagonia, integrando tanto los restos óseos como las huellas y trazas fósiles, siempre en relación con el contexto paleoambiental, sedimentológico y estratigráfico.
«En el trabajo de campo no solo extraigo materiales de estudio y limpio superficies con huellas, sino que también realizo mapeos detallados, levanto perfiles estratigráficos, llevo a cabo relevamientos tafonómicos y recolecto muestras de roca. Además, estas tareas siempre se complementan con un registro fotográfico detallado, así como también con mediciones y descripciones anatómicas e icnológicas que es fundamental realizar en el campo «, expresa la becaria.
Heredia señala que: «El proyecto tiene como objetivo estudiar huellas de dinosaurios saurópodos que se han preservado como moldes naturales y que, además, presentan estrías producidas por el deslizamiento de las escamas de la piel. Estas huellas están preservadas en rocas del periodo Cretácico ubicadas en La Invernada-Cerro Overo, en el norte de la provincia de Neuquén. En este sitio estamos trabajando con un grupo multidisciplinario conformado por especialistas que estudian restos óseos de dinosaurios, tortugas, cocodrilos y otros vertebrados, y yo me focalizo en las huellas. Como mencioné, estas huellas tienen la particularidad de preservar marcas de deslizamiento de la piel, y a través de su estudio, se puede conocer, entre otras cosas, la trayectoria del movimiento de los pies del productor al caminar. Es decir, se puede saber cómo el dinosauro ingresaba el pie en el sustrato -barro o arena- y cómo lo sacaba de este».
A su vez Windholz, uno de sus proyectos está vinculado con la diversidad y evolución de la familia de dinosaurios saurópodos llamada Dicraeosauridae. Actualmente se encuentra realizando la osteología de uno de sus representantes de Patagonia, Brachytrachelopan mesai. A través de una de las dos subvenciones obtenidas le permitirá realizar consulta de ejemplares fósiles depositados en distintos museos del país, a fines comparativos, así como efectuar una visita a la colección de vertebrados fósiles del “Museum für Naturkunde” localizado en Berlín, Alemania. «En dicha institución se encuentran los materiales de Dicraeosaurus, uno de los dicraeosáuridos más completos, que le da el nombre a la familia. El segundo trabajo está relacionado con mi tema de carrera de investigador del CONICET. El subsidio me permitirá la obtención de insumos y otros gastos como pasajes y estadías en museos nacionales para la obtención de muestras histológicas de saurópodos procedentes del Jurásico de Argentina. Es decir, la obtención de secciones delgadas de hueso que serán estudiadas con un microscopio petrográfico».
Beneficios para la paleontología en Argentina
“Lo que más me entusiasma de este proyecto es su enfoque integral y multidisciplinario. No solo busca ampliar nuestro conocimiento sobre las faunas de saurópodos titanosaurios del último tramo del Cretácico Superior, sino también intentar reconstruir cómo vivían realmente. Es decir: ¿cómo crecían?, ¿se movían en manadas?, ¿seguían rutas migratorias?, ¿cómo interactuaban con el ambiente y con otros animales?, ¿qué rol cumplían en sus ecosistemas? Me parecen interrogantes muy interesantes para explorar, y eso es justamente lo que intenta responder el estudio de la paleobiología y la paleoecología, la vida antigua en su contexto completo», afirma Geraldine Fischer.
Asimismo, Arturo Heredia, explica que se han documentado numerosos yacimientos de huellas de dinosaurios en la Patagonia, sobre todo en las provincias de Neuquén y Río Negro. El registro de marcas de deslizamientos de la piel en huellas es poco conocido incluso para el registro de Sudamérica. Sin lugar a dudas, su estudio tendrá un interés científico dentro de la disciplina de alcance internacional. También, los resultados podrán ser divulgados en los museos de la región donde hay un interés turístico muy importante.
«Este tipo de apoyos son muy favorables, ya que permiten la ejecución de proyectos de investigación que finalizan plasmados en revistas internacionales de primer nivel. La cantidad y calidad de publicaciones científicas son muy positivas para los investigadores e instituciones involucradas. Particularmente la paleontología, en dicho aspecto, es una de las ciencias que más prestigio ha traído a nuestro país», concluye Windholz.