UNA RELIGIOSA FUE RETIRADA DE UN CONVENTO POR LA POLICÍA
La policía de Salta intervino para permitir que una religiosa dejara el Convento San Bernardo (foto), luego de una denuncia de su familia contra las autoridades del claustro por supuesta privación ilegítima de la libertad.
Se trata de una religiosa de la Orden de Carmelitas Descalzas, que residía en el convento de clausura ubicado en el centro salteño.
Según el Ministerio Público Fiscal de Salta, la monja había pedido autorización para salir del claustro, “pero se le negaba la posibilidad”.-
A inicios de diciembre “las autoridades religiosas manifestaron que debían disponer de la autorización proveniente del Vaticano. Sin embargo, cuando esta documentación estuvo disponible, le negaron la posibilidad de retirarse”, detalla la web del Ministerio.
La Fiscalía ordenó entonces a la Policía “entrevistarse con las autoridades del convento, pero no fueron recibidos”. Lo mismo sucedió con auxiliares fiscales que llegaron hasta allí, “sin posibilidad del ingreso al lugar para notificación”.
Luego de esos intentos, y con ayuda del cuerpo de Bomberos, la Policía “logró ingresar al edificio sin forzar el acceso”. En ese contexto, la religiosa “ratificó su intención de retirarse” y “fue trasladada a un lugar seguro”, precisó el Ministerio Público Fiscal.
“Nosotros no somos parte de esa denuncia, pero nos vamos a presentar para tomar intervención en la causa y ver de qué se trata”, explicó a ACI Prensa el abogado del Arzobispado de Salta, Eduardo Romani.
El letrado consideró que el Arzobispo, Mons. Mario Cargnello, “no puede estar ajeno a esta historia». “Tenemos que hacer una presentación judicial pidiendo que nos autoricen a intervenir en el expediente, para tomar conocimiento, y que pongan a disposición las actuaciones”, puntualizó.-
“Yo estuve en el momento en que se hizo efectiva la orden judicial, porque a Mons. Cargnello le llegó un correo electrónico pidiéndole intervención y como él tiene una prohibición, yo me hice presente”.
El Arzobispo no puede acercarse a menos de 300 metros del convento, a raíz de una denuncia en su contra realizada en abril por tres religiosas Carmelitas Descalzas.
Ante la Oficina de Violencia Familiar y de Género del Poder Judicial de Salta, las hermanas acusaron al Prelado y a otros dos religiosos de ejercer violencia de género y hostigamiento.-
Durante la actuación policial, el abogado habló con la familia de la religiosa, que “había pedido salir hacía varios días”. Allí constató que “la priora no le daba autorización ni gestionaba el trámite ante el Obispo”.
La salida del convento, explicó el representante legal del Arzobispado, “es un trámite sencillo, que consiste en notificar al Obispo y nada más”. Al negársele, advirtió, “se configura el delito de coacción y privación ilegítima de la libertad”, detalló.
El Arzobispo, Mons. Mario Cargnello es un hombre de mucha edad, aferrado al tradicionalismo de su época en la Iglesia y de fama autoritaria, muy cuestionado por la feligresía de Salta y por su posición respecto a la Virgen del Cerro, una devoción muy arraigada y seguida por los fieles que él desestima.-