VIRGEN DE GUADALUPE, PEREGRINAN TRECE MILLONES EN LA MAYOR MANIFESTACIÓN DE FE DE AMERICA

Bajo el eco incesante de «Las Mañanitas», conmueven las imágenes televisivas mostrando unos trece millones de peregrinos de México y el mundo entero (según todas las manifestaciónes periodística y públicas) se congregaron en la medianoche y la nche, en la Basílica de Guadalupe en Méjico para honrar a la Morena del Tepeyac.
La emotiva Misa de Medianoche, fue presidida por el nuncio apostólico en México, arzobispo Joseph Spiteri, y concelebrada por el obispo Héctor Mario López Villarreal, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), y el obispo auxiliar de El Paso, Texas, Mons. Tony Celino, marcó el clímax de una jornada devocional que reunió a millones de fieles, según estimaciones preliminares de las autoridades eclesiales y de protección civil.
Esta multitudinaria celebración, que transforma las calles aledañas en un río humano de rosarios y velas, reafirma el arraigo guadalupano como símbolo de fe viva en tiempos de desafíos globales.
Al iniciar la Eucaristía, el nuncio Spiteri transmitió un mensaje especial del Santo Padre León XIV, quien envió su cálido saludo y bendición apostólica a los fieles mexicanos recordando la intención del Papa de visitar, “algún día”, la Basílica.
En su homilía, Spiteri, dirigiéndose a los «queridos peregrinos» reunidos en la «casita sagrada» de la Santísima Virgen María de Guadalupe, «Madre del verdadero Dios por quien se vive», evocó el júbilo de iniciar el 12 de diciembre bajo su «mirada llena de ternura». Recordó cómo, hace casi 500 años, la Tonantzin Guadalupe eligió el cerrito del Tepeyac para visitar a los pueblos originarios, representados en la figura humilde de Juan Diego Cuauhtlatoatzin.
En un pasaje cargado de simbolismo histórico, el prelado subrayó que la aparición ocurrió en un «momento crucial» de encuentro entre indígenas y españoles, un «desencuentro lleno de luces y sombras» que no vislumbraba aún «nuevas realidades».
La Virgen, portadora de Jesús en su seno –como en la Sagrada Tilma–, no busca glorias propias, sino dirigirnos a su Hijo, el Redentor. Spiteri comparó esta visita con la de María a Santa Isabel, un acto de servicio humilde ante la vulnerabilidad de una anciana embarazada.
«Ella sigue diciéndonoslo: con espíritu de servicio, atención a las necesidades ajenas y amor fraterno, construiremos algo nuevo, inédito, por el bien de todos», proclamó, aludiendo al testimonio supremo de Cristo en la Cruz.
Cientos de Miles de mexicanos provenientes de diferentes puntos del país y del exterior se congregaron en la Basílica de Santa María de Guadalupe para horrar a su Virgen, a la que llaman cariñosamente “mamá Lupita”, en el 494 aniversario de su aparición en 1531. Entre cantos de mariachis y danzas folclóricas los feligreses celebraron al amanecer su aniversario con la tradicional canción de cumpleaños “Las Mañanitas”.-
Los festejos generaron gran expectativa luego de que la cúpula de la Iglesia católica mexicana instó a los criminales a realizar una tregua durante la emblemática celebración en un intento por contener, así sea por un día, el espiral de violencia que golpea vastas regiones de México.
A la monumental basílica muchos llegaron caminando o de rodillas y otros montados en bicicletas y automóviles que decoraron con cruces e imágenes de la Virgen, flores y banderas mexicanas. La alcaldesa de la Ciudad de México, Clara Brugada, dijo en su cuenta de la red social X, antes Twitter, que 12,5 millones de peregrinos habían visitado la basílica.









