Entre gallos y medianoche, en el medio de las fiestas, la gobernadora pretende cambiar la fecha de las elecciones municipales porque, al parecer, no consiguió el consenso de su partido para buscar la reelección y, ahora, de última querría presentarse para gobernar Bariloche.

Seamos claros: lo que no hizo como gobernadora, menos podría hacerlo ahora… No nos tome el pelo.

Una gobernadora barilochense que parece que se olvidó que Bariloche tiene un sistema de salud que vive al límite de su capacidad y se da el lujo de no terminar la ampliación del hospital zonal anunciadas decenas de veces.

O deberle casi 80 millones de pesos a Intecnus, uno de los centros de medicina más modernos de Latinoamérica haciendo peligrar la cobertura de miles pacientes rionegrinos por vaya a saber uno qué razón.

Una gobernadora barilochense que cuando era concejal en 2011 fue coautora de la ordenanza 2147 en 2011 que declara el estado de emergencia del vertedero municipal por encontrarse al borde del colapso y facultaba y encomendaba al intendente a negociar con el gobernador la instalación de un vertedero regional para cerrar el local. Pero 10 años después el vertedero sigue en el mismo lugar, afectando aún más la salud de nuestros vecinos y vecinas y provocando un daño ambiental irreparable.

Una gobernadora barilochense que parece que se olvidó que existen arterias viales sumamente importantes dentro de nuestro municipio que dependen de vialidad provincial, tales como la ruta 80 que conecta nuestro aeropuerto internacional con la ciudad.

O la ruta 82 que en su tramo entre Virgen de las nieves y Los coihues esquivar los pozos se torna una Odisea. Incluso en el tramo entre Arelauquen y Villa Gutiérrez, asfaltado todo a nuevo y con la construcción de veredas en la gestión de Weretilneck, actualmente se encuentra en pésimo estado y con las sendas peatonales llenas de vegetación por falta de mantenimiento.

Una gobernadora barilochense que se olvidó que en Bariloche hay cientos de familias con problemas para acceder a una red de agua, algo elemental en una ciudad rodeada de lagos, ríos y arroyos, a sabiendas que es responsabilidad de la provincia garantizar su suministro.

Todos los políticos vienen a Bariloche a sacarse una foto prometiendo obras que nunca suceden. Bariloche no es el premio consuelo de nadie. Bariloche es una de las ciudades más importantes del país y los barilochenses no vamos a estar a merced de internas políticas ni de aventuras personales.

Lo que no hizo como gobernadora… no nos tome el pelo.

Ramón Chiocconi.