FALTA DE DIVERSIDAD EN LOS MANIQUIES DE CURSOS DE REANIMACIÓN
Nota de opinión de José María Oribe (*): La mayoría de los paros cardíacos sucede fuera de los hospitales y alrededor de la mitad se da súbitamente, sin preaviso. Muchos factores intervienen en el resultado del manejo de estos eventos y el principal son las técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP).
En este contexto, investigadores argentinos de centros de nuestro país y de Canadá llevaron adelante un estudio -denominado DIVERSE II- partiendo de la hipótesis de que la escasa representación de mujeres, diversas razas y tamaños corporales en maniquíes utilizados en los cursos de RCP puede afectar la realización efectiva de maniobras de RCP cuando ya no es un simulacro.
“Esta investigación ha generado muchas repercusiones a nivel mundial. En estos días, más de 20 organizaciones de referencia han estado replicando los hallazgos, lo que nos llena de orgullo.
Estamos muy complacidos de haber podido aportar conocimiento y estamos convencidos del valor de adoptar una mirada más diversa para contribuir a darle a la enfermedad cardiovascular en la mujer el lugar que se merece”, aseveró el Dr. Mario Fitz Maurice, médico cardiólogo, Director del Consejo de Arritmias de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) e investigador principal del DIVERSE II.
Múltiples organizaciones -incluidas la Sociedad Argentina de Cardiología y la Fundación Cardiológica Argentina- realizan esfuerzos sostenidos para visibilizar que la enfermedad cardiovascular es frecuente en la mujer y que también es su primera causa de muerte, al igual que en los hombres.
Sin embargo, aunque las capacitaciones de RCP están diseñadas para simular las maniobras necesarias en la vida real ante paros cardíacos, la enorme mayoría de los muñecos manufacturados son únicamente de hombres adultos, blancos y flacos[1], representando tan solo a una pequeña porción demográfica de quienes podrían beneficiarse de las maniobras en caso de necesitarlas.
“Existe evidencia de que hay un 30% menos de RCP en mujeres que en hombres cuando ocurren paros cardíacos extrahospitalarios. Si bien esta situación requiere un análisis complejo, la falta de diversidad en los maniquíes podría tener peso en que no se piense en eventos cardiovasculares.
Sin dudas, trabajar sobre este punto ampliaría la formación y la mirada de quienes se entrenan y consideramos que existe una responsabilidad de las organizaciones que trabajan en este tema para contribuir a achicar esa brecha”, explicó el Dr. Mario Fitz Maurice.
Las redes sociales se vuelven cada vez más una fuente educativa y de información para la gente e inclusive para la comunidad médica. Por eso, este estudio analizó 211 imágenes (107 de Argentina y 104 de Canadá) publicadas en Twitter, Instagram y Facebook por instituciones, empresas y organizaciones de la sociedad civil que ofrecen la certificación de RCP. A continuación, se comparten los principales hallazgos:
● Solo el 15,2% (32) incluía maniquíes de mujeres (solo el 1% entre las argentinas).
● Apenas el 6,6% (14), muñecos de niños.
● 1,9% (4), muñecos que no fueran flacos.
● Ninguno de mujeres embarazadas.
● 3,8% (8) de personas de raza negra y 1,4% (3) de asiáticos (la diversidad racial correspondió 100% a las imágenes canadienses).
“La adopción de una representación más diversa en las capacitaciones de RCP es relevante porque, al menos teóricamente, puede contribuir a cambiar la percepción general de la gente y su necesaria reacción inmediata ante eventos cardíacos.
Esto es vital, además, teniendo en cuenta que los requerimientos varían ante episodios en niños o mujeres embarazadas, por ejemplo”, manifestó el Dr. Adrián Baranchuk, argentino, integrante del departamento de Medicina del Centro de Ciencias de la Salud de la Queen’s University de Canadá.
Dada la necesidad de profundizar la concientización de la comunidad sobre la enfermedad cardiovascular en la mujer, un buen comienzo es incluir en los cursos maniquíes con mamas y corpiños para que los reanimadores que socorrerán a las víctimas aprendan e internalicen, por ejemplo, que es necesario quitar la ropa, romper el corpiño y pegar el parche del desfibrilador levantando las mamas.
Detalles del estudio
Con la colaboración de la Sociedad Interamericana de Cardiología, se identificaron las instituciones de Argentina y Canadá que entrenan en RCP. A partir de la base de datos del DIVERSE I y la revisión de las licencias para comercializar maniquíes en cada país, se encontró y compiló la información analizada.
Se consideraron para el análisis posteos entre el 1° de septiembre 2019 y el 19 de septiembre de 2021 que incluyeran fotos de cursos de RCP o un flyer o pieza publicitaria describiendo el curso de RCP. Se evaluó cada imagen completando detalles como plataforma usada, fecha, país, forma corporal del maniquí (peso normal, excedido de peso, embarazada), edad (adulto o niño), género (hombre, mujer e indeterminado) y raza aparente (blanca, negra o asiática).
El género y la raza se determinaron a partir del color de la piel y rasgos faciales como frente, labios, mejillas, mentón y forma de los ojos[2].
Otro hallazgo que llamó la atención fue que los posteos que incluían imágenes de muñecos de hombres blancos recibieron en promedio 22,8 me gusta y 8,6 retweets y 1 comentario cada 10 mil seguidores, mientras que aquellos que reflejaban algún tipo de diversidad sólo recibían en promedio 4,6 likes, 2,4 retweets y 0,1 comentarios cada 10 mil seguidores.
El Dr. Adrián Baranchuk explicó que, mejorando la diversidad de los maniquíes, aquellos que se entrenan “van a estar más preparados para ayudar a distintos tipos de personas que requieran las maniobras y, potencialmente, en el tiempo pueden mejorarse las tasas de sobrevida, aunque eso es algo que debe confirmarse a través de nuevos estudios”.
Los investigadores consideraron importante destacar la ausencia de conflictos de interés en el diseño e implementación del estudio: “no existió ningún interés vinculado a la comercialización de maniquíes; la única inquietud que motivó la realización de esta investigación fue la de visibilizar los persistentes conflictos de género en la salud cardiovascular, evidenciados, en este caso, a través de las herramientas utilizadas todos los días para capacitar en maniobras de rehabilitación cardiopulmonar”.
(*) José María Oribe de y ara JM Oribe comunicaciónes